Un lugar árabe en pleno Madrid que tenía ganas de conocer . . . ¡Y por fin lo he vivido! Te cuento mi experiencia ; )

 

¡Hola, Safranera, Safranero!

La verdad es que lo había visto mil veces al pasar e incluso se lo había regalado a mis padres por Navidad… ¡Y esta vez me tocaba probarlo a mí! 😉 

 

Choque de energía entre el exterior y el interior

Bueno, pues nada más entrar lo que más me ha sorprendido es la diferencia de ambiente y energía… Vienes de pleno centro de Madrid, con mucho ruido, mucho movimiento… Y entras en la calma.

Te reciben muy bien, te explican todo y ya bajas a cambiarte.

 

Los detalles

Nada más entrar en el vestuario ves que han mirado cada detalle para que estés bien, y que al salir del hammam podrás darte una ducha, peinarte, hasta echarte perfume si quieres….

El Hammam

¡Es una pasada para todos los sentidos!

Luz tenue sólo natural o de velas, música relajante, olor a esencias naturales (rosa, violeta, ámbar rojo y lavanda), decoración árabe…

Tienes tres piscinas entre arcos y farolillos árabes: Una de agua templada, una fría y una caliente. Además tienes un baño turco, que es una habitación con vapor, tipo sauna.

Los recorridos

Te cuento los recorridos que hice yo:

• Empiezas por el agua templada, luego la fría y luego la caliente
• Vas al baño turco y luego pasas al agua fría
• Alternas agua fría y agua caliente
• Pasas del agua fría a la templada y luego al baño turco

El té

Hay también una sala para estar sentada tranquilamente tomando un té. ¡Tienen hasta un grifo de té! Y lo bueno es que siempre está a temperatura ideal para tomar, no sé cómo lo hacen…

Además siempre tienes a chicas paseando por allí por si necesitas algo.

 

El tiempo

Bueno, quitando el hecho de que yo me podría pasar allí días enteros, el tiempo que tienes, 1h30, me ha parecido bastante razonable.

Al principio estás descubriendo cosas, probándolo todo, y ves que al final te queda un ratito para relajarte del todo… ¡Genial! 🙂

 

Qué cambiaría

La verdad es que pocas cosas…

• El agua templada: Es verdad que como es la de en medio es la que menos va a llamar la atención. Para mi gusto quizá había poco contraste entre ésta y la caliente.
• Y una tontería… Para meonas como yo, si estás en el hammam y tienes que ir al baño, tienes que salir de las instalaciones e ir hasta arriba. Un baño pequeñito abajo se agradeceria, aunque supongo que es difícil de incluir ahora, claro…

¿Lo aconsejaría?

¡Sin dudarlo! Me ha encantado, y me parece que de verdad te ayuda a relajarte. Cada detalle está super cuidado y entras en un estado de paz que se agradece un montón, ¡jeje!

 

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